La invitación de las promesas de Dios
Todos tenemos margen de crecimiento para vivir una vida que refleje mejor la imagen de Dios. A veces nos resistimos a esos cambios porque tememos el impacto relacional y la fricción que creará con los que nos rodean. No eres el primero en experimentar esa tensión, ni serás el último. Entonces, ¿cómo podemos navegar por ese espacio? ¿No sería genial si pudiéramos encontrar un ejemplo de alguien en esa misma posición dentro de las Escrituras para aprender de él? Buenas noticias. Tenemos uno: José, el padre terrenal de Jesús. Acompáñanos a ver la lucha de José por vivir de forma diferente a la luz de las promesas de Dios.