Dejar Atrás Lo Viejo y Dar Paso A Lo Nuevo
El Antiguo Pacto entre Dios y el pueblo de Israel era una relación basada en la Ley (Deut. 5:27). Pero la condicionante de esa relación de pacto había de durar mientras se cumpliera la Ley. Sin embargo, con Jesús se ofrece a la humanidad una nueva relación de pacto que depende, no de la Ley, sino del amor. No de la fidelidad con que el hombre cumpla la ley, porque no puede, sino de la buena voluntad gratuita y generosa de Dios que nos la ofrece por medio de la fe en Jesús. Gracias a Él y lo que ha hecho en la cruz, Jesús inaugura para todos nosotros un Nuevo Pacto comprado con Su sangre (1 Cor. 11:23-34).